Anora

Sean Baker

The Florida Project, Tangerine

Sean Baker regresa con Anora, una poderosa e impredecible historia contada con el corazón que se destaca, por méritos propios, como una de las mejores películas del año, reafirmando a Baker como uno de los cineastas más talentosos del panorama actual.

Anora es un drama profundamente personal que sigue a Anie, una joven bailarina de lap dance que se aferra a un amor fugaz e intenso para escapar de su vida marginal. Baker retrata con una sensibilidad y cuidado extremos el viaje de esta protagonista, quien atraviesa una sórdida e incierta situación. Desde los primeros segundos, con una impactante escena de apertura acompañada por el tema «Greatest Day,» el director deja claro que esta historia será un viaje que nos dejará boquiabiertos y pegados al asiento. La película avanza con un ritmo frenético que evoca el estilo de Uncut Gems de los hermanos Safdie, y desarrolla a sus personajes con una profundidad gris y compleja, al puro estilo de Paul Thomas Anderson. A todo esto se suma una carga dramática potente y un tono de humor negro, donde las situaciones grotescas contrastan con un humor ácido y extremadamente inteligente, reminiscentes de Parásitos.

Baker demuestra un dominio total sobre su obra, ejecutando cada momento con una precisión milimétrica que hace que las dos horas y media de duración pasen en un suspiro. La acción es caótica e impredecible, lo que resulta extremadamente cómico gracias a la disposición de los elementos en cada escena y las decisiones inesperadas de sus personajes. Con un toque de road movie que surge en un punto clave de la narrativa, la película se siente fresca, y las situaciones cómicas se suceden una tras otra junto a un elenco de personajes que, aunque no se soportan entre sí, logran la dinámica de una alegre familia disfuncional. Todas estas sórdidas situaciones nos llevan a un clímax desgarrador y profundamente humano, que culmina en un desenlace matador que queda grabado en el corazón y deja sin aliento.

La puesta en escena de Baker, como en otros de sus proyectos, es sencillamente brillante. El director captura la euforia de la noche con una estética refinada y retrata con austeridad los entornos más marginales que rodean a la protagonista. A la vez, contrasta sin tapujos los lujos y excesos de la clase alta, enviando un rotundo mensaje sobre la superficialidad del consumo desenfrenado.

La película es frenética cuando así lo requiere, sumergiéndonos rápidamente en la acción y desarrollando a los personajes con elipsis que nos atrapan desde los primeros compases. En un punto crucial, la historia se detiene con una escena prolongada que rompe los esquemas, permitiéndonos respirar y abriendo paso a un desarrollo más pausado de los personajes.

Mikey Madison, en el papel de Anora, está absolutamente brillante y desgarradora. Logra mimetizarse con este personaje complejo y moralmente ambiguo, manteniéndonos en vilo y deseando que su historia tenga el mejor desenlace posible. Su entrega y audacia son dignas de admiración, y su actuación es una de las razones principales por las que no podemos apartar la mirada de la pantalla.

El reparto en su conjunto está verdaderamente espectacular, aportando a la trama el equilibrio justo de drama y comedia, permitiendo que conectemos emocionalmente con ellos y sirviendo de vehículo perfecto para el avance de la historia de Anora. En particular, Yura Borisov, en el papel de Igor, aporta una sensibilidad y cordura fundamentales para cada momento de la trama, generando escenas de verdadero asombro.

Así, Anora se convierte en una portentosa historia que rebosa corazón, donde Baker consigue que queramos quedarnos un par de horas más en su maravillosa historia. Y es que el cine fue concebido para momentos como este.

«Impredecible, liberadora y con un corazón enorme, Anora es, sin duda, una de las mejores experiencias cinematográficas del año. Un viaje salvaje y conmovedor, lleno de humanidad

-Álvaro Lages-

SINOPSIS

Anora, una joven trabajadora sexual de Brooklyn, tiene la oportunidad de protagonizar una historia de Cenicienta cuando conoce al hijo de un oligarca y se casa impulsivamente con él. Cuando la noticia llega a Rusia, su cuento de hadas se ve amenazado cuando los padres se dirigen a Nueva York para anular el matrimonio.

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