Un lugar tranquilo: Dia Uno

Michael Sarnoski

Pig

John Krasinski confía el mando de su exitosa franquicia Un lugar tranquilo a Michael Sarnoski, quien no solo está a la altura, sino que compite con sus predecesoras. Sarnoski maneja con gran destreza el elemento humano en una película llena de extraterrestres asesinos que intentan acabar con todo a su paso. Mientras que otros directores podrían priorizar exclusivamente la acción y la espectacularidad visual por encima de los personajes, Sarnoski elige equilibrar la carga dramática de sus protagonistas al mismo nivel y ritmo que la acción. Aunque Sarnoski tiene buenas intenciones, el resultado es algo irregular y se queda a medio camino. Probablemente, la película habría ganado con un punto menos de acción y un enfoque más contemplativo y sosegado, lo que habría permitido a la maravillosa Lupita Nyong’o y al talentoso Joseph Quinn lucirse aún más, enriqueciendo así el drama humano que intenta transmitir.

Los escenarios donde transcurre toda la película, aunque no son tan espectaculares ni originales como los de las dos entregas anteriores, están visualmente muy bien construidos. Sarnoski logra transmitir una Nueva York en pleno proceso de destrucción, lo que nos permite experimentar la magnitud del caos. Dado que estamos en el principio del fin, esta precuela no puede competir en originalidad con sus predecesoras, especialmente considerando que en las entregas anteriores, debido a la estructura temporal, se nos mostraban mecanismos, formas de vivir y escenarios que se enriquecían con la premisa de no poder hacer ningún ruido, creando así un universo más apocalíptico y desolador.

Lupita Nyong’o capitanea un trío protagónico de lo más extraño e improbable, junto a Joseph Quinn y un gato. Sí, un gato que actúa tan bien como los dos actores. Nyong’o y Quinn, representando a dos personajes contrapuestos, muestran una química especial que desprende gran calidez y admiración. Es una apuesta ganadora, ya que ambos actores manejan un amplio abanico de expresividad, y esta película demanda precisamente el lenguaje de la mirada; con otros actores, no hubiera funcionado tan bien. Dicho esto, ojalá se hubiera prescindido de algunos personajes irrelevantes para la historia, que incluso tienen una resolución insatisfactoria, para dar más tiempo en pantalla a los dos protagonistas.

Por otro lado, no puedo dejar de mencionar al gato, que, como si entendiera a la perfección el contexto y las experiencias de sus dos compañeros humanos, se convierte en una pieza clave en el tablero. Aporta una gran frescura durante toda la película. Sin embargo, a pesar de su protagonismo y el nivel de inteligencia que demuestra, se echa en falta un momento en el que pueda lucirse más y aportar un poco más. Al final, su presencia se siente algo diluida.

Un lugar tranquilo: Día 1 se siente con una personalidad propia y en sintonía con las entregas anteriores de la franquicia, manteniendo el nivel esperado. Sin embargo, se queda a medio camino de dar un golpe sobre la mesa y posicionarse en lo más alto. Valoro la intención detrás de la película y aprecio la valentía de su enfoque, pero incluso en su escena final, hay un subrayado innecesario que impide que el espectador pueda dar rienda suelta a su imaginación.

«No puedo evitar pensar que esta precuela era la oportunidad de oro para dar un golpe en la mesa y llevar la idea hasta el final con valentía. Aunque cumple de manera notable, me quedo con muchos ‘¿y si?’ en la cabeza.»

-Alvaro Lages-

SINOPSIS

Mientras la ciudad de Nueva York es invadida por criaturas alienígenas que cazan mediante el sonido, una mujer llamada Sam lucha por sobrevivir con su gato.

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