The Substance
Coralie Fargeat
Revenge
Sin duda, The Substance es toda una experiencia para los sentidos: una película con un objetivo claro, que no teme ser controvertida ni excesiva, llevando su audacia hasta un final dantesco.
La película no deja de ser una feroz crítica a la discriminación que sufren las mujeres en la industria de Hollywood, especialmente en relación con el paso del tiempo y la edad. En este aspecto, la directora se muestra muy contundente, aunque parece premeditadamente evitar profundizar más en esta crítica, eligiendo no añadir más capas a su mensaje. Es como si la película estuviera hecha exclusivamente para reventar un festival de cine, lanzando un contundente mensaje a la cara de los críticos y las altas esferas de la industria americana.
La historia tiene dos partes claramente diferenciadas, casi como si fueran dos películas. La parte de Demi Moore es un descenso a la locura con tintes del cine de Aronofsky, que recuerda ligeramente a Cisne negro, mientras que la parte de Margaret Qualley se desmarca totalmente y nos muestra la incapacidad de una joven para lidiar con el éxito mundial a temprana edad, lo que evoca ligeramente a Última noche en el Soho, aunque con un contexto mucho más físico y violento.
The Substance es excesiva, y en ocasiones tiende a subrayar demasiado, pero esa es precisamente su mayor virtud: contrarresta con excesos, los excesos de la discriminación y la suciedad que imperan en Hollywood con una exageración deliberada. De hecho, es excesiva incluso en su forma de cerrar la historia, ofreciendo varios finales posibles, cada uno más grotesco y loco que el anterior, hasta llegar a uno de los desenlaces más memorables y dantescos de la historia del cine.
Coralie demuestra su buen gusto para contar una historia memorable desde los primeros segundos en pantalla, con una puesta en escena profundamente personal y rica en matices. La película destaca por sus imágenes visualmente impactantes, donde el uso del color y los espacios, a menudo claustrofóbicos, refuerzan una atmósfera desconcertante e inquietante. Coralie impregna la película con un cierto erotismo al mostrar las imágenes y el cuerpo femenino, y en muchas ocasiones posiciona la cámara como si fuese la mirada lasciva de un hombre, ofreciendo puntos de vista del cuerpo de la mujer altamente sexualizados que contrastan con el tono contemplativo de su propuesta.
El buen gusto de la directora también se manifiesta en la utilización casi exclusiva de efectos prácticos, con prótesis y maquillajes que aportan verosimilitud a las aterradoras acciones que ocurren a lo largo de esta violenta historia.
The Substance tiene dos nombres propios: Demi Moore y Margaret Qualley. La dupla de actrices está majestuosa en sus interpretaciones, demostrando una entrega, valentía y arrojo al alcance de muy pocos. Parece como si la película estuviera escrita para Moore, ya que guarda cierto paralelismo con la vida real de la actriz. En los años 90, Moore vivió su época dorada protagonizando Ghost, la película que la consolidó como una de las actrices más populares de Hollywood. A partir de los 2000, Moore se alejó del cine, y no fue hasta 11 años después cuando volvió a aparecer en pantalla, esta vez en papeles más pequeños
The Substance se puede catalogar como toda una experiencia sensorial que te hará pasar por cada una de las emociones que existen en la comprensión humana. Personalmente, la película me resulta más efectiva cuando se mueve en un terreno más «aronofskyano», que cuando explora su faceta más sangrienta y de humor negro. Sin embargo, esto no empaña un resultado que es, sin duda, admirable.
«El cine está concebido para momentos y experiencias como esta. Sin duda, es una de las mayores locuras que recuerdo en esta década. ¡Qué maravilla!»
-Alvaro Lages-
SINOPSIS
Una celebridad en decadencia decide usar una droga del mercado negro, una sustancia que replica células y crea temporalmente una versión más joven y mejor de ella misma.