Slow Movies

IF

Krasinski decide tomarse una pausa en la dirección de su saga Un lugar tranquilo para regresar con una apuesta sorprendente: IF, una película infantil que mezcla acción real con personajes animados, evocando el estilo de ¿Quién engañó a Roger Rabbit?. Desde el primer momento, se percibe que Krasinski tenía algo que contar; lamentablemente, no logra desarrollarlo de manera satisfactoria. Nos encontramos con una historia plana que busca el melodrama de manera forzada, con una clara idea de su conclusión y del alegato final que quiere transmitir, pero desorientada en cuanto al camino a seguir. La narrativa se va tambaleando entre escenas que apenas aportan a la trama, creando un argumento difuso e insustancial con el que resulta difícil conectar, a pesar de que Michael Giacchino (compositor de UP, Coco, Batman, Spiderman, Jurassic World) y su grandiosa banda sonora hacen un esfuerzo titánico por elevar el sentimiento en los momentos álgidos. Lo más desconcertante es la ausencia total de conflicto en la película. En ningún momento se siente una amenaza o tensión que ponga en riesgo a los personajes, lo que deja a la historia sin un pilar emocional ni un motor narrativo sólido.

Los espacios en los que transcurre la película son bastante comunes, y aunque hay un par de intentos por dotar de riqueza y construir el mundo de los IF, no son lo suficientemente originales ni contundentes como para enamorarnos de su universo. Quizá esta historia requería, por parte de Krasinski, un mayor esfuerzo para crear algo memorable además de establecer reglas claras para un mundo de fantasía que se siente muy superficial.

Los personajes, que podrían haber sido mucho más profundos y desgarradores, se quedan en una mera sombra de lo que podrían haber sido. Esta falta de complejidad resulta ser lo más decepcionante. Ryan Reynolds, normalmente una personificación del carisma y la alegría, pasa casi toda la película atrapado en un malhumor inexplicable y una apatía que lo descoloca. Interpretativamente, parece perdido, sin saber bien cómo ni dónde posicionar a su personaje. Por otro lado, los «IF», a pesar de contar con efectos visuales notables, tampoco logran cautivar. Cailey Fleming, que tenía el potencial de aportar una interpretación más impactante, ofrece una actuación débil que no está a la altura de lo esperado. En resumen, el verdadero problema radica en la narrativa: al no generar momentos de impacto ni profundizar en la psicología de sus personajes, las interacciones se sienten insustanciales y los personajes no logran brillar como deberían.

A pesar de contar con muchas buenas ideas y una intención muy noble, IF se ve opacada por una falta de claridad y perspectiva. Quizás el mensaje que Krasinski intentaba transmitir habría sido más efectivo con un enfoque diferente. Sin embargo, el éxito en taquilla que ha tenido la película podría ser una oportunidad para que el director arriesgarse de nuevo en futuros proyectos y a explore nuevas propuestas.